FLUOR en el agua, ASPARTAMO (E-951): veneno en la mesa, cáncer en tu cuerpo.
En cuanto decimos flúor pensamos prevención de las caries, sin embargo su uso es altamente peligroso[1]. Para empezar, es necesario precisar que el fluoruro de sodio es el principal ingrediente de todos los mataratas.
¿No te has preguntado por qué miles de prisioneros no se sublevaron en los campos de concentración contra sus carceleros? La respuesta es que estaban diariamente envenenados por sustancias disueltas en el agua que los volvían sumisos. El flúor era una de esas sustancias.
En 1954, el químico estadounidense Charles Eliot Perkins escribía a la Lee Foundation for Nutritional Research, la siguiente carta desde Alemania, donde había sido enviado por el gobierno americano para ayudar en la tarea de reconstrucción de las fábricas de la I.G. Farben:
“Los químicos alemanes crearon un plan de control de la población de lo más ingenioso y de amplias consecuencias, que fue propuesto y aceptado por las autoridades gubernamentales. Dicho plan era el de controlar a la población en un área definida a través de la medicalización del agua potable (…) en este esquema de control masivo, el fluorido de sodio tenía un lugar preeminente (…) Sin embargo, quiero ser muy definitivo y claro sobre este punto: la fluorización del agua no buscaba la mejora de la dentición infantil (…) El verdadero propósito de la fluorización del agua era reducir la resistencia de las masas a la dominación y al control y la pérdida de la libertad (…) Repetidas dosis infinitesimales de fluor reducirá gradualmente el poder individual para resistirse a la dominación por un lento envenenamiento, narcotizando la parte del cerebro que provoca la sumisión a los que desean gobernarlos. (…) Fui informado de esto con toda precisión y sinceridad por un científico que ha pasado casi 20 años investigando en la química, bioquímica, fisiología y patología del fluor (…). Cualquier persona que beba agua artificialmente fluorada por un periodo de un año o más nunca volverá a ser la misma persona, mental o físicamente”.[2]
Es decir que ya en 1954 los químicos estadounidenses conocían la toxicidad y los efectos del flúor en la población.
Esta toxicidad no es óbice para que el principal ingrediente del anunciado como fluoxetine en el popular antidepresivo Prozac sea en un 94% fluoruro de sodio. El Prozac y el Ritalin son medicamentos recetados para los niños hiperactivos en la actualidad, puesto que generan sumisión.
En aquellos mismos años 50, las autoridades norteamericanas intentaron imponer la costumbre de fluorar el agua potable esgrimiendo la protección dental infantil. Pero en 1954, 79 premios Nobel de química rehusaron apoyar la medida, por lo que no fue implantada. Hoy en día, los 2/3 de las aguas municipales de EEUU están fluoradas[3]. Por el contrario, Suecia, Holanda y Alemania han prohibido la fluorización del agua potable.
Con toda la razón nos podemos preguntar: ¿Está siendo fluorada el agua potable en España? ¿Por qué motivo? ¿Quién lo ha decidido y quién lo ha autorizado? Nos podemos imaginar las gravísimas consecuencias sobre nuestra salud que puede acarrear la privatización del servicio municipal del agua de la Comunidad de Madrid. Ayer llamé al Canal Isabel II para saber si el agua de Madrid tenía flúor, el servicio de atención al ciudadano no pudo contestarme y me dijo que mandara un escrito a la Central del Canal, en la Calle Santa Engracia. Estoy esperando la respuesta, cuyo contenido publicaré en cuanto me llegue.
Con el ejemplo de la fluorización del agua se va evidenciando que, por un lado, resulta extremadamente sencillo controlar a la población por envenenamiento cotidiano e infinitesimal y, por otro, que existe una continuidad del proyecto eugenésico nazi en EEUU, y que intenta expandirse en Europa. Pero esta no es la única sustancia utilizada en este proceso.
¿No te has preguntado por qué miles de prisioneros no se sublevaron en los campos de concentración contra sus carceleros? La respuesta es que estaban diariamente envenenados por sustancias disueltas en el agua que los volvían sumisos. El flúor era una de esas sustancias.
En 1954, el químico estadounidense Charles Eliot Perkins escribía a la Lee Foundation for Nutritional Research, la siguiente carta desde Alemania, donde había sido enviado por el gobierno americano para ayudar en la tarea de reconstrucción de las fábricas de la I.G. Farben:
“Los químicos alemanes crearon un plan de control de la población de lo más ingenioso y de amplias consecuencias, que fue propuesto y aceptado por las autoridades gubernamentales. Dicho plan era el de controlar a la población en un área definida a través de la medicalización del agua potable (…) en este esquema de control masivo, el fluorido de sodio tenía un lugar preeminente (…) Sin embargo, quiero ser muy definitivo y claro sobre este punto: la fluorización del agua no buscaba la mejora de la dentición infantil (…) El verdadero propósito de la fluorización del agua era reducir la resistencia de las masas a la dominación y al control y la pérdida de la libertad (…) Repetidas dosis infinitesimales de fluor reducirá gradualmente el poder individual para resistirse a la dominación por un lento envenenamiento, narcotizando la parte del cerebro que provoca la sumisión a los que desean gobernarlos. (…) Fui informado de esto con toda precisión y sinceridad por un científico que ha pasado casi 20 años investigando en la química, bioquímica, fisiología y patología del fluor (…). Cualquier persona que beba agua artificialmente fluorada por un periodo de un año o más nunca volverá a ser la misma persona, mental o físicamente”.[2]
Es decir que ya en 1954 los químicos estadounidenses conocían la toxicidad y los efectos del flúor en la población.
Esta toxicidad no es óbice para que el principal ingrediente del anunciado como fluoxetine en el popular antidepresivo Prozac sea en un 94% fluoruro de sodio. El Prozac y el Ritalin son medicamentos recetados para los niños hiperactivos en la actualidad, puesto que generan sumisión.
En aquellos mismos años 50, las autoridades norteamericanas intentaron imponer la costumbre de fluorar el agua potable esgrimiendo la protección dental infantil. Pero en 1954, 79 premios Nobel de química rehusaron apoyar la medida, por lo que no fue implantada. Hoy en día, los 2/3 de las aguas municipales de EEUU están fluoradas[3]. Por el contrario, Suecia, Holanda y Alemania han prohibido la fluorización del agua potable.
Con toda la razón nos podemos preguntar: ¿Está siendo fluorada el agua potable en España? ¿Por qué motivo? ¿Quién lo ha decidido y quién lo ha autorizado? Nos podemos imaginar las gravísimas consecuencias sobre nuestra salud que puede acarrear la privatización del servicio municipal del agua de la Comunidad de Madrid. Ayer llamé al Canal Isabel II para saber si el agua de Madrid tenía flúor, el servicio de atención al ciudadano no pudo contestarme y me dijo que mandara un escrito a la Central del Canal, en la Calle Santa Engracia. Estoy esperando la respuesta, cuyo contenido publicaré en cuanto me llegue.
Con el ejemplo de la fluorización del agua se va evidenciando que, por un lado, resulta extremadamente sencillo controlar a la población por envenenamiento cotidiano e infinitesimal y, por otro, que existe una continuidad del proyecto eugenésico nazi en EEUU, y que intenta expandirse en Europa. Pero esta no es la única sustancia utilizada en este proceso.
Aspartamo (E-951) y Benzoato de sodio (E-211)
El aspartamo es un endulzante químico que se encuentra en Canderel, Nutrasweet, Metamucil ... en todos los refrescos light y numerosos alimentos y medicamentos. Hasta 1980, había sido prohibido por el FDA (Food &Drug Administration). El toxicólogo Adrian Gross testificó ante el Congreso de los EEUU que, según sus experimentos en laboratorio con animales, el aspartamo era causa de tumores y cáncer cerebral.
También dicha sustancia ha sido denunciada como causante y agravante de diabetes, retinopatías y neuropatías, problemas en los fetos, alteración de la conducta en niños por ser un depresor de la serotonina, llegando a provocar convulsiones al ser incompatible con la insulina. Por dicho motivo, los pilotos de aviación tienen estrictamente prohibido beber refrescos light por las normas de las compañías aéreas.
Donald Rumsfeld es el presidente de la SEARLE, fabricante de dicho endulzante. Tras entrar en el equipo del presidente Reagan, el aspartamo fue aceptado por las autoridades sanitarias estadounidenses, el FDA, en 1981, a pesar de los estudios científicos, las opiniones de 79 Premios Nobel y las innumerables quejas y denuncias de los ciudadanos.
La doctora J. Hull fue diagnosticada en 1991 con el síndrome de Graves, una enfermedad sin cura provocada por envenenamiento por aspartamo. Declaró que muchos científicos quieren investigar sobre esta sustancia pero las instituciones en las que trabajan no se lo permiten. En Europa, el Dr. M. Soffritti de la fundación Ramazzini de Boloña presentó su investigación en 2007, tras un estudio de tres años llegó a la conclusión que el aspartamo es una sustancia cancerígena multipotencial. Y en la Universidad de Barcelona, el Doctor Trocho, departamento de Biología confirmaba también que el aspartamo era altamente cancerígeno.
Por si esto no fuera suficiente, otra sustancia cancerígena se encuentra en la mayoría de los refrescos como Coca Cola o Pepsi Cola, el benzoato de sodio que provoca además de cáncer, Parkinson y otras enfermedades neurodegenerativas, incluso alteraciones en el ADN [4].
El benzoato de sodio está en la mayoría de la bebidas carbonatadas.
¿Por qué no se puede investigar en los centros de investigación científica estadounidenses la relación entre la ingestión de Coca Cola o Coca Cola Light y en cáncer, el Párkinson o las enfermedades neuronales degenerativas como la esclerosis múltiple? ¿Si supieran que es completamente saludable, acaso no dejarían, por el contrario, que se investigara con toda libertad?
Sin embargo, nuestros supermercados estás llenos de productos que contienen flúor, aspartamo o benzoato de sodio, con las que nuestros hijos, se lavan los dientes, meriendan o celebran sus cumpleaños[5].
BOICOT A COCA-COLA, FANTA, PEPSI, PROZAC, RITALIN, CANDEREL....
Pasa esta información.
Si eres escéptico, haces muy bien, infórmate.
Ya no podemos confiar en nuestras instituciones corruptas e irresponsables al servicio de las corporaciones farmacéuticas.
Nadie vendrá a salvarte. Nos esperes que sean los otros los que encuentren la solución.
Actuemos ya.
Por una vida consciente y responsable.
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[1] Pizzo G, Piscopo MR, Pizzo I, Giuliana G (September 2007). «Community water fluoridation and caries prevention: a critical review». Clin Oral Investig 11 (3): pp. 189–93.
[2] MULLINS, 1988, Murder by Injection, pp. 353-354. T.d.A.
[3] Conaughton, Gig, “Southern California Water Supplies to Be Fluoridated Starting Oktober”, North County Times, August, 1, 2007. MARS, The Rise of The Fourth Reich. 2008, p. 193.
[4] Según Peter Piper, profesor de biología molecular y biotecnología en la Universidad de Sheffield, Reino Unido. MARS, 2008, p. 283.
[5] Estas bebidas perjudican la salud de los niños: PROCTOR, Robert N., The Nazi War on Cancer, Princeton, Princeton University Press, 1999, p. 111.
fuente:
http://nomoriridiota.blogspot.com/2012/02/fluorar-el-agua-para-conseguir-sumision.html
2 comentarios:
Hola Pilar.Gracias por la informacion.Me he quedado de piedra aunque esta viene como anillo al dedo con otras que he leido y escuchado hace poco asi que se complementan y completan.Compartire tu articulo y pondre el enlace con tu permiso.Un saludo.
De nada Mariam. Me pareció muy interesante compartir este artículo, pues me indigna como nos envenenan poco a poco, con todo lo que tomamos.
Claro esta que cada uno saque sus propias conclusiones.
Yo me hago mi propia pasta de dientes pues además de llevar fluor, les añaden parabenes que son conservantes químicos, más veneno. Tengo un artículo publicado en mi blog, no se si lo has leido el link es http://lanaturalezaesmagica.blogspot.com.es/2011/05/los-parabenes-veneno-diario-en-tu-piel.html
Y encantada de que compartas el artículo, tal vez consigamos poco a poco que la gente se conciencie de lo que compra.
Un saludo
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